Maldito vicio de los cronófagos



Quiero que el tiempo mío sea mío, que nadie venga a fagocitarlo. ¿Por qué tengo que dejar de lado un libro que estoy leyendo para mirar la pelotudez de programa que estás viendo vos? ¿Por qué si te dije que iba a estar en casa sumamente comprometida y abocada a mi trabajo me venís a tocar timbre a cualquier hora y sin aviso? ¿Por qué si sabés que todos las noches hago natación me pedís que suspenda una clase así nos vemos, porque vos despúes tenés un asadito con los chicos? ¿Por qué si quiero salir a caminar por el parque me tengo que quedar a acompañarte a ver esa película que hace rato queremos ver juntos, pero juuuuuuusto hoy tenés tiempo para verla? ¿Por qué me interrumpís cuando hablo? ¿Por qué si yo te cociné una torta, perdí tiempo en salir a comprarte un regalo, dejé de lado un festejo en la ciudad, me tomé un colectivo, un tren y caminé 15 minutos más (ida y vuelta) para ir a saludarte para tu cumpleaños, vos ni siquiera "invertiste" 5 minutos en una llamada telefónica para el mío? ¿Por qué te tengo que cocinar si hoy no tengo hambre y preferiría echarme en la cama y deleitarme con un buen documental? ¿Por qué tengo que cuidar de tu hijo? ¿Por qué tengo que lavar los platos o la ropa yo? ¿Por qué tengo que sacar tus pelos de la bañadera?

No me rompas las pelotas...mi tiempo y energía no te pertenecen, no son para tu beneficio personal sino para el mío. Mi tiempo vale, y mucho. No lo cotices más bajo que el tuyo.


Maldito vicio de los cronófagos machistas de consumir el tiempo femenino, maldito vicio.

CONSEJO:
Adhiera un cartel luminoso a su blusa, al mejor estilo "Casa de Cambio" y escriba allí el precio de su tiempo (monetario o no) con el aviso "sólo podrá disponer de mi tiempo si paga este precio".

PD: Después sigo escribiendo más, la segunda parte de "Maldito vicio de los cronófagos"... ahora en vez de escribir quiero usar mi tiempo para otra cosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario